¡La clave de una vida sana y feliz es seguir una alimentación adecuada, descansar bastante, hacer suficiente ejercicio y vivir como es debido!
El Señor nos creó y sabe qué es lo que más nos conviene. Dios es como un padre para nosotros y quiere que seamos felices y tengamos buena salud. Por supuesto, uno de los factores más importantes para mantenerse en buena salud es tener fe. Saber que Dios nos ama y cuida, y que pase lo que pase estamos a su cuidado.
La fe elimina el temor y la tensión, dos de las causas principales de enfermedad y mala salud. Si se tiene fe, se tiene tranquilidad espiritual y se puede descansar en el Señor sabiendo que El se encargará de todo. Al eliminar el temor con la fe se tiene paz interior y descansan el sistema nervioso, el estómago y los órganos vitales, entre ellos el corazón. La fe elimina también el rencor, el odio y las actitudes negativas hacia la vida, que son cosas que se ha comprobado que acumulan venenos en el organismo.
El estado de salud física depende en gran medida del estado de salud mental, el cual a su vez depende del estado en que uno se encuentra espiritualmente.
1a de Juan 4:18 dice: «En el Amor no hay temor, sino que el perfecto Amor echa fuera el temor, porque el temor lleva en sí castigo. De donde el que teme no ha sido perfeccionado en el Amor.» El amor y la fe ahuyentan todo temor, y por consiguiente la fe en Dios, la confianza en Dios, proporcionan una sensación de descanso corporal, paz interior, satisfacción del corazón y bienestar espiritual, todo lo cual mejora enormemente nuestro estado de salud física. ¡La paz interior es muy beneficiosa para la salud, pero la preocupación es asesina! Por tanto, los que conocen al Señor y confían en El, pueden contar en general con tener buena salud, porque no tienen motivo de preocupación.
Obedece las leyes naturales de Dios y mantén una buena relación con El, y la mayor parte del tiempo gozarás de buena salud. ¡Pero si descuidas y desobedeces sus leyes, no quedarás impune!
¡Como Dios nos ha dado unos buenos cuerpos, debemos cuidarlos! Sería una lástima maltratarlos, pero hoy en día hay muchas personas que los maltratan con frecuencia comiendo muchas cosas dañinas o tomando sustancias químicas, píldoras, drogas o alcohol, además de someterse a una gran cantidad de tensión y riesgos innecesarios. (Ver 1a a los Corintios 3:16,17.)
Es preciso mantener hábitos saludables, empezando por una alimentación adecuada, comiendo lo debido y procurando descansar lo suficiente, así como haciendo suficiente ejercicio vigoroso.
IMPORTANCIA DE UNA BUENA ALIMENTACION
Uno de los pilares fundamentales de la buena salud es una alimentación buena, sana y natural. Por eso habla la Biblia con tanto detalle de las cosas que se deben y no se deben comer.
Nos dice que debemos comer la carne de los animales que rumian y tienen pezuña hendida, como por ejemplo la vaca, el cordero, la cabra, etc., pero no el caballo, el camello, conejo, cerdo, etc., a menos que no podamos evitarlo de ninguna manera. (Levítico 11:1-7) Incluso de los animales limpios, no se deben comer las partes sucias, como los riñones, la grasa, la vesícula, la sangre y los intestinos. (Levítico 7:4,23,26- 27)
¡Los únicos animales marinos limpios son los peces que tienen aletas y escamas! Todos los demás son inmundos, como por ejemplo todas las diversas especies de mariscos y crustáceos, como el cangrejo, la langosta, los camarones, las gambas, cangrejos de río, etc. La razón es que son los basureros del mar, comen toda la basura y aguas residuales que se vierten en el mar y los ríos. (Levítico 11:9-12)
Las aves inmundas son todas las diversas especies de águilas, halcones, búhos, buitres, cisnes, pelícanos, cigueñas, garzas, murciélagos, etc. (Levítico 11:13-20)
En nuestros tiempos modernos, hay muchos productos alimenticios manufacturados que tienen muy poco o ningún valor nutritivo. Uno de los peores es el azúcar blanca. Aparte de que tiene un efecto muy destructivo en los dientes, los médicos han llegado a la conclusión de que el exceso de azúcar en la alimentación es una de las causas más frecuentes de las enfermedades modernas. Han descubierto incluso que el origen de muchos ataques cardíacos y otros tastornos del corazón en el consumo excesivo de azúcar.
Comer en exceso o comer demasiada grasa es también muy perjudicial para el corazón. Muchos occidentales, norteamericanos sobre todo, comen demasiado, y ésa es una razón por la cual sufren de tantas enfermedades cardiacas, cáncer y muchas otras enfermedades producidas por comer más de lo debido. ¡Literalmente se están matando de comer, cavan ellos mismos su sepultura con los dientes!
La mayoría de la gente destruye casi todo el valor alimenticio de los alimentos al cocinarlos. Las verduras hay que cocinarlas lo menos posible; es más, si son lo bastante tiernas para comerlas crudas, por lo general es mejor comerlas de dicha manera.
Si vives en un país en que no es prudente comer verduras crudas por alguna razón (por ejemplo, si se fertilizan con abono de origen humano), naturalmente hay que cocinarlas. En ese caso, hay que cocinarlas durante el tiempo mínimo imprescindible y con la menor cantidad posible de agua para evitar que se destruyan las vitaminas y elementos nutritivos al hacerlo. Si comes verduras crudas, no dejes de limpiarlas a fondo con un cepillo.
Cuando comas, come hasta quedar satisfecho, y no toques nada más. Deja que el estómago ponga manos a la obra digiriéndolo. Un estómago sano normal se demora unas dos horas completas en digerir una comida, por lo que no piques ni comas ninguna cosita durante al menos dos horas después de una comida.
EJERCICIO
Hacer ejercicio es uno de los requisitos esenciales para gozar de buena salud. Haz ejercicio físico vigoroso con regularidad durante al menos una hora al aire libre y el sol, si es posible.
A la larga, hacer ejercicio vigoroso crea energía en vez de consumirla. Al hacer ejercicio, se estimula el funcionamiento de los sistemas circulatorio y respiratorio y se aviva la circulación sanguínea, haciendo llegar oxígeno y agentes nutritivos a las células de los tejidos, mientras se eliminan los desechos acumulados. El ejercicio frecuente es un buen sustituto de la siesta cuando uno se siente adormilado, si no está cansado porque está enfermo o por no haber dormido bien la noche anterior.
Un agradable efecto secundario del ejercicio es que es casi un tranquilizante; parece que alivia las tensiones mientras se hace. La fatiga mental y emocional que se experimenta al final de un día de trabajo agotador pero sedentario puede desaparecer casi milagrosamente haciendo un poco de ejercicio físico.
Es sabido que el ejercicio reduce la presión arterial --que con frecuencia es preludio de las enfermedades cardiacas-- y contribuye a que el corazón sea más grande y más fuerte, pero no hagas ejercicio por encima de tu capacidad, ni te pongas tampoco a hacer ejercicios fatigosos recién después de comer.
Casi todos los tipos de enfermedades y dolencias de los pulmones, asma, tuberculosis y otras se agravan --y a veces se producen-- por la inactividad, falta de ejercicio, falta de aire puro y falta de sol.
El cuerpo está hecho para mantenerse en actividad, no para pasarse todo el día sentado o acostado. ¡Esta hecho para hacer movimientos, trabajo y ejercicio vigorosos!
Caminar es una de las mejores formas que hay de hacer ejercicio, porque se está al aire libre y el sol. Es animador, estimulante y proporciona aire puro que limpia los pulmones y el torrente sanguíneo. ¡No dejes de salir todos los días!
El correr es cada vez más objeto de crítica en los círculos médicos porque puede ser peligroso para la salud, ya que produce tensión y fatiga excesiva, pero caminar, nadar, practicar la jardinería y deportes como el badminton y otros son formas seguras y sanas de hacer ejercicio.
El letrero que estaba en la pared decía: «Instrucciones para el uso del cuerpo: Agítese bien cada día al aire libre y al sol.
DESCANSO Y SUEÑO
Otra cosa imprescindible para la salud es dormir bien. Procura dormir regularmente de siete a nueve horas seguidas por la noche, según tu necesidad.
Una de las peores cosas que puedes hacer al acostarte es hablar o ponerte a pensar en tus problemas, tus preocupaciones o tu trabajo, ya que te mantendría despierto. Habla de cosas agradables o haz el amor. No hay casi nada que ayude más a dormir que la agradable sensación relajada que se siente después de hacer el amor.
CUIDADO DEL CUERPO
Debemos cuidar el cuerpo y sus diversas partes, y dos de de sus partes más importantes son los ojos. Una de las mejores maneras de cuidarlos es leer con buena luz. A ser posible, con luz natural.
El tiempo y energías que consumes instalándote en un lugar apropiado y bien iluminado para leer es mucho menor que el gasto y la molestia de perjudicarte la vista y necesitar anteojos.
Hay personas que por naturaleza tienen mala vista, que han heredado de sus padres, pero a pesar de todo debemos hacer todo lo que esté en nuestras manos para facilitarle su tarea a los ojos.
Por extraño que parezca, la ciencia ha descubierto que los ojos consumen una cuarta parte de la energía del organismo cada día, lo cual nos ayuda a entender por qué se siente uno tan cansado después de pasarse un día entero leyendo o estudiando.
Los ojos no solamente consumen una gran cantidad de energía, sino que algunos científicos han descubierto recientemente que también captan energía de la luz solar. Por eso, es bueno percibir un poco de luz solar por los ojos; pero sin excederse. Cuando la luz del sol es muy directa y deslumbrante obligando a forzar o cerrar los ojos, es mala para la vista, por lo que conviene llevar gafas para el sol en tales circunstancias.
Es muy importante cuidar bien la dentadura. La caries entra en acción diez minutos después de comer, por lo que hay que enjuagarse bien la boca con agua después de comer o beber algo.
Es importante cepillarse fielmente los dientes una o dos veces al día, pero ojo con cepillárselos más de la cuenta. Las cerdas del cepillo pueden llegar a desgastar la dentina en la misma base del esmalte, y ahí es donde entra en acción la caries.
Conviene comprar un cepillo de dientes nuevo cada dos o tres meses.
¡Por la limpieza, la devoción empieza!
Es importante estar limpio y lavarse con frecuencia, sobre todo las manos, porque lavarse las manos ayuda a evitar el contagio de muchas infecciones y virus dañinos y hasta mortíferos.
Los médicos están de acuerdo en que un breve lavado de manos de medio minuto elimina de la piel el 90% de las partículas portadoras de virus. Es más, los que son tan escrupulosos que siempre están lavándose las manos pueden reducir drásticamente el riesgo de contraer resfríos porque al lavarse las manos se interrumpe el ciclo de la transmisión de los virus que producen los resfríos.
¡COMBATE LAS COCHINAS MOSCAS!
Uno de los mayores enemigos de la salud humana es la vulgar mosca. Es una agresora constante que se dedica a intentar hacernos enfermar. Para combatirla es preciso estar al ataque y a la ofensiva con todas nuestras fuerzas.
En lo que a número se refiere, las moscas nos superan ampliamente, pero disponemos de las armas (matamoscas), el terreno seguro y las fortificaciones (tela mosquitera en las ventanas) necesarios para ganar la batalla.
El Señor llama al Diablo «Belcebú», que significa «señor de las moscas». ¡Y las asquerosas moscas son como demonios molestos y desde luego se comportan como si estuvieran inspiradas por el Diablo!
¡A las moscas les encantan la basura y la suciedad, como el excremento, las aguas residuales, la basura, los cadáveres... todo lo que esté muerto y en descomposición! Lo espantoso es que también les gusta la comida limpia y rica que comemos, por lo que después de pasearse por la porquería, recogiendo toda clase de microbios, virus y bacterias en sus patas pegajosas y peludas, se pasean por la comida soltando sus gérmenes y poniendo sus huevos, y así es como innumerables víctimas terminan con cólera, tuberculosis, fiebre tifoidea y montones de mortíferas enfermedades más! (Lo mismo pasa con las cucarachas. ¡Cuidado!)
¡Es vital para tu salud y la de tu familia hacer todo lo posible por mantener la casa limpia de moscas y cucarachas! ¡Y matar inmediatamente las que entren!
Si vives en una situación en que existe la posibilidad constante de que las moscas y las cucarachas cochinas contaminen tus alimentos, tendrás que esforzarte y ser más diligente de lo normal para mantener la comida cubierta y evitar que entren en tu casa.
PREVENCION
Las cosas no suceden por casualidad así porque sí. Y menos a los cristianos, a los hijos de Dios que le aman. Por ejemplo, cuando uno se resfría, generalmente se lo busca uno mismo por su descuido o simplemente por no haber tomado las precauciones necesarias para evitarlo.
La mayoría de los accidentes no suceden así como así. ¡Son causados! Si evitas las circunstancias que originan los accidentes, podrás evitar la mayoría. El resto, como es natural, tendrá que evitarlos Dios, porque el Diablo te puede atacar con enfermedades y accidentes que no está en tus manos evitar.
La mejor manera de no tener problemas es evitarlos, como el caso de los choferes que se presentaron en busca del empleo que les ofrecía un señor adinerado. Los puso a todos a prueba para ver cuán cerca del borde de un profundo precipicio eran capaces de conducir sin peligro. Cada uno de aquellos expertos conductores pasó con el lujoso automóvil tan cerca como pudo del borde, con la suficiente pericia, habilidad y cuidado para no caer. Por último, subió el último chofer y, después de arrancar, se apartó al extremo opuesto de la carretera pasando lo más lejos posible del precipicio como pudo. El hombre le dijo: ¡El puesto es suyo! ¡Esa es la manera segura de conducir sin peligro cerca del borde! ¡No acercarse nada!»
¿Cómo se pueden prevenir los accidentes? ¡Haciendo que sea imposible que sucedan, evitando las situaciones o circunstancias peligrosas tanto como sea posible!
MEDICINAS, MEDICOS Y HOSPITALES
El Dr. Robert Mendelsohn, destacado médico de Chicago, escribió hace poco: «Ojalá que algún día saliera al mercado un medicamento que curara realmente la dolencia para la que se lo recetó sin producir efectos secundarios ni reacciones negativas. Pero desgraciadamente, como hace tiempo he podido comprobar, cuando se introducen en el organismo sustancias químicas, es imposible limitar sus efectos a la zona para la que se lo ha pensado. ¡El tratamiento que es efectivo en un sistema del organismo generalmente afecta también a otros sistemas, y es posible que mientras se cura una enfermedad se produzca otra!»
«El último lugar adonde se debe ir es a un hospital. ¡De los enfermos que frecuentan los hospitales se pueden contraer enfermedades que es imposible contraer en ningún otro sitio de la ciudad!» Dr. Robert Mendelsohn.
Actualmente, la mayoría de la gente se ha acostumbrado tanto a tomar medicinas, pastillas, etc., que la idea en sí de la experimentación de sustancias químicas para combatir enfermedades les parece lo más «normal» y «natural» del mundo. Pero podemos ver los medicamentos de la misma manera que los accidentes: ¡la mejor manera de evitar que se equivoquen al administrarnos un fármaco o nos den una dosis indebida que haga daño es no tomar ninguno!
¡El Señor es capaz de curarte cualquier cosa si tienes fe para confiar en El! No sólo es más efectivo y menos peligroso que Dios te cure, sino que además es más barato. ¡Si tú tienes que curarte de algo, no dejes de leer nuestro artículo «En sus alas traerá curación» (página 393), que explica cómo te puede curar Dios a ti!
Los médicos tienen una razón de ser cuando se trata de cosas de tipo manual como arreglar huesos rotos y otras cosas por el estilo. Pero cuando se ponen a experimentar con fármacos artificiales y no saben con sinceridad qué es lo que pasa, sino que prueban una medicina tras otra en uno, es una situación muy arriesgada, porque pueden hacer más daño que bien.
CONCLUSION
¡Para evitar accidentes y enfermedades lo mejor que se puede hacer es tener sentido común! ¡Y ante todo, confiar en el Señor! ¡Lo mejor que puedas haz, y el Señor hará lo demás!
¡Haz todo lo que tú puedas por mantenerte con buena salud y vivir bien, comer bien, trabajar bien y descansar bien, y Dios hará su parte por mantenerte sano la mayor parte del tiempo!
No te sorprenda que, aunque intentes escrupulosamente observar todas las leyes divinas de la salud sin embargo te enfermes a veces, porque la propia Biblia dice: «Muchas son las dolencias del justo, pero de todas ellas le librará el Señor.» (Salmo 34:19) Esa es una manera que tiene el Señor de mantenernos justos: ¡poner a prueba nuestra fe, purificarnos y humillarnos por medio de dolencias que nos afligen!
Si te enfermas, acude a Dios y clama fervientemente a El para que te muestre la razón de tu enfermedad; ¡pídele que te perdone y reza invocando sus promesas de curación!
«El es quien perdona todos mis pecados y sana todas mis dolencias.» (Salmo 103:3)
«¿Está alguno enfermo entre vosotros? Llame a los ancianos de la iglesia, y oren por él, ungiéndole con aceite en el nombre del Señor. Y la oración hecha con fe sanará al enfermo y el Señor le levantará. Y si hubiera pecado, le será perdonado. Por tanto, confesaos vuestras ofensas unos a otros para que seáis sanados. La oración del justo es eficaz y efectiva.» (Santiago 5:14-16)
¡Lo más importante que hay que hacer para mantenerse sano es mantener una relación estrecha con el Señor y confiar en El, no apartarse de su voluntad y obedecer su Palabra!
¡Cuando sabes que estás obedeciendo a Dios y haciendo lo que tú puedes por mantenerte sano, entonces podrás tener la fe para pedirle a El que te proteja de accidentes y te bendiga con buena salud! ¡Pero no olvides que tienes que hacer tu parte y obedecer las reglas sencillas de sentido común que Dios ha fijado! ¿Amén? ¡Que Dios te bendiga con buena salud!
Dios hijo es un ser todopoderoso y no es un idolo para tener fans idiota
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